El cese de la actividad de una empresa es una etapa tan natural en el desarrollo de cualquier negocio como su comienzo. Al mismo tiempo, suele ser muy difícil liquidar una empresa debido al gran número de relaciones jurídicas y comerciales, obligaciones y, a menudo, deudas que forman parte de la actividad comercial de la empresa.
Dependiendo de las circunstancias económicas, el propietario de la empresa, que ha decidido poner fin al negocio, debe elegir entre la liquidación o la quiebra.
Si se trata de una extinción voluntaria (la ley también establece casos de extinción forzosa de la empresa), la cuestión se resuelve en la junta general de accionistas y, en caso de decisión positiva, se inicia el proceso de liquidación. Este largo y laborioso procedimiento de cobro de deudas, venta de bienes y satisfacción de las reclamaciones de los acreedores implica muchas cuestiones tanto de naturaleza jurídica como económica. Como resultado de la liquidación, los activos restantes tras la satisfacción de las reclamaciones de los acreedores se distribuirán entre los accionistas, tras lo cual la empresa se da de baja en el Registro Mercantil.
El proceso es algo diferente en el caso de la quiebra. La principal diferencia en este caso es el hecho de que la empresa sea incapaz de satisfacer los créditos de los acreedores, y que esta incapacidad no sea temporal, teniendo en cuenta la situación económica. Si se produce esta situación, los miembros del consejo de administración de la empresa deben presentar inmediatamente ante el tribunal una solicitud de declaración de quiebra. Cabe destacar que la presentación de una solicitud de declaración de quiebra en este caso es responsabilidad de los miembros del consejo de administración y, en caso de incumplimiento, los miembros del consejo de administración pueden incurrir en responsabilidad civil y penal.
No sólo el deudor, sino también el acreedor puede presentar una solicitud ante el tribunal para declarar una empresa en quiebra, sin embargo, hay que recordar que la condición principal aquí la insolvencia del deudor.
En cualquier caso, los procesos descritos anteriormente son bastante complejos tanto desde el punto de vista jurídico como económico, y resulta extremadamente difícil desenvolverse en ellos sin un conocimiento profundo. Una buena manera de adquirir estos conocimientos es empezar con una simple consulta. La participación posterior de nuestros especialistas vendrá determinada exclusivamente por sus necesidades.
Si la empresa estonia entra en liquidación, los acreedores (clientes) de la empresa pueden presentar sus reclamaciones a través del liquidador designado en un plazo de cuatro meses. Si los activos de la empresa son insuficientes para cumplir todas sus obligaciones, el liquidador debe presentar al tribunal una solicitud para declarar la quiebra de la empresa.
Lo más probable es que el tribunal declare la quiebra de la empresa y nombre a un administrador concursal provisional. Si la empresa no tiene activos que puedan venderse en el proceso de quiebra, y ninguno de los acreedores de la empresa deposita en el juzgado fondos para cubrir el futuro trabajo del administrador concursal, el proceso de quiebra finalizará con la cancelación del registro de la empresa. A partir de ese momento, ya no será posible presentar una demanda contra el antiguo miembro del consejo de administración de la empresa.
DESCRIPCIÓN DEL PROCEDIMIENTO DE QUIEBRA
En la situación económica actual, las cuestiones relacionadas con los procedimientos de insolvencia —reestructuración, quiebra, ajuste de la deuda— han cobrado especial relevancia.
El derecho de la competencia y los procedimientos de quiebra y liquidación son una de las actividades más importantes de LKS Consult OÜ. Combinando la experiencia y el pensamiento jurídico y económico, podemos ser doblemente útiles y eficaces a la hora de abordar posibles problemas.
La quiebra no es necesariamente un callejón sin salida para el deudor o el acreedor, sino que también puede ser una solución – no una buena solución, pero sigue siendo una solución. Los nidos en quiebra suelen tener recursos que, manejados con habilidad, pueden satisfacer los créditos de los acreedores y, aunque no es lo habitual en la práctica, también es posible rehabilitar la empresa deudora utilizando juiciosamente el recurso que se encuentra en ella.
Nuestros abogados cuentan con muchos años de experiencia en la representación de los intereses tanto de acreedores como de deudores en procedimientos concursales. Además, asesoramos a clientes en todas las fases de los procedimientos de reestructuración, ajuste de deuda y liquidación.
Si lo anterior no está totalmente relacionado con su problema, no dude en ponerse en contacto con nosotros. Solo describiendo con precisión nuestro problema podremos decidir cómo podemos ayudarle mejor.
Podemos ayudarle con las siguientes cuestiones:
- Análisis jurídico de las operaciones preconcursales
- Iniciación de procedimientos de quiebra, incluida la declaración de quiebra y la declaración de concurso de acreedores
- Asesorar a los deudores en la búsqueda de soluciones óptimas en situación preconcursal
- Representación ante los tribunales durante el examen de la solicitud de quiebra, mediante la presentación y admisión de créditos, en las juntas generales de acreedores, etc.
- Preparación de solicitudes, demandas, reclamaciones y otros documentos necesarios para los procedimientos de quiebra
- Asesoramiento sobre procedimientos de reestructuración
- Asesoramiento y representación en procedimientos de liquidación
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